jueves, 27 de agosto de 2009

El Chamanismo

El chamanismo es un método ancestral de autoconocimiento, así como de aprehensión de la realidad circundante, la que no se limita a lo visible y empírico del día tras día, sino que incluye otras percepciones, otras vivencias a las que normalmente no se tiene acceso.
Este sistema, entre otras técnicas, propone viajes psico-espirituales hacia esas otras dimensiones que, en el caso del chamán, le sirven para regresar con conocimientos que le permiten curar a los demás.
En el caso de las personas que recurren a los chamanes, esas “expediciones” les brindan energía, autoconocimiento e información sobre su existencia, su identidad espiritual y su misión en la vida.
Toda la información recabada en esas experiencias sólo pueden ser utilizadas en pos de la curación profunda: en ningún caso con otros fines que impliquen a otros o desmejoren su situación.

“El Chamanismo es un modo disciplinado de obtener ayuda y conocimientos, basado en la premisa de que no tenemos necesidad de limitarnos a operar en una realidad, una dimensión, cuando necesitamos ayuda. Existe otra realidad que nos puede prestar ayuda en la vida, una realidad llena de belleza y armonía, dispuesta a ofrecernos el mismo tipo de sabiduría sobre el que leemos en los escritos de los grandes místicos y profetas. Lo único que debemos hacer es mantener la mente libre de prejuicios y realizar el esfuerzo para seguir la senda del chamán” (JUAN RUIZ NAUPARI)

A continuación presento una síntesis de una charla pronunciada por Juan Ruiz Naupari acerca de los distintos chamanismos y la cosmovisión andina en torno al chamanismo esencial:
“El chamanismo antiguamente fue practicado por una élite sacerdotal y lo que conocemos como chamanismo, sobre todo en Perú, después de quinientos años, no es el chamanismo auténtico, porque este chamanismo está desprovisto de lo que es el trabajo de autodescubrimiento. Podríamos decir que el chamanismo que se practica ahora es como la medicina oficial, donde el paciente va al médico para que le solucione el problema y el doctor intenta solucionarle su afección a través de unas sustancias químicas sin llegar a la esencia de la enfermedad.
En el trabajo del autodescubrimiento debemos saber que el hombre, de acuerdo a la concepción andina, tiene tres niveles, para poder tener la oportunidad de descubrirse: el primer nivel que se llama Hanan Pacha o un mundo espiritual; el segundo nivel o Kay Pacha, el mundo del aquí y ahora, de los pensamientos y los actos volitivos de la vida diaria; y un tercer nivel, el Uku Pacha, que es el nivel denso, el nivel del ego. Entender y conocer esto es muy importante en la visión chamánica. El chamán sabe que existen esos tres mundos, externamente y también internamente.
El chamán moderno, se quedo en el mundo del Kay Pacha, es decir, el mundo del aquí y del ahora, de los problemas cotidianos y de los problemas físicos, pero no aborda el tema de fondo. Se quedó en el Kay Pacha. Tampoco tiene un gran conocimiento de lo que es el mundo del Hanan Pacha o mundo espiritual... Cuando uno entra a estudiar y a trabajar con el chamanismo, esto nos da una visión que nos permite el conocimiento de otro tipo de energía. Percibir el aura, por ejemplo, ya no es una cuestión extraordinaria sino más bien ordinaria cuando se está trabajando con el chamanismo. Ocurre como con la sociedad tibetana donde se habla tranquila y alegremente sobre cuestiones de reencarnación. Es algo cultural. Y en chamanismo también es algo cultural hablar de las energías. Las energías que curan, las energías que enferman. Pero otra cosa distinta dentro de lo que es el contexto chamánico es el Espíritu y los diferentes niveles espirituales. Otra cosa también es el abordaje que se hace a los diferentes elementos o departamentos de nuestro subconsciente para descubrir al ego. Entonces esto es lo que ya no existe en el chamanismo moderno, ya no existe la parte superior de la espiritualidad...
Algo sucedió en las esferas chamánicas y ese algo fue precisamente que abandonaron el autodescubrimiento, abandonaron el trabajo psicológico y espiritual, porque el trabajo psicológico y espiritual requiere de un esfuerzo. Y para lanzarnos a la búsqueda del autodescubrimiento y a tocar otras esferas espirituales, necesitamos energía y si no tenemos energía, no tenemos esa pasión con la cual investigar y hacernos acreedores de esos misterios que están en el Universo.
El chamanismo esencial va mucho mas allá de lo que es una acción de sanar, de curar el cuerpo físico. Podría decir sin temor a equivocarme, por ejemplo, que el príncipe Gautama Sakyamuni, el Buda, era un chamán. Su labor la enfocó realmente a lo que es el autodescubrimiento. El propio Jesús, el Cristo, su actitud, su trabajo, era eminentemente chamánico. El trabajo, la obra que le enseña Krishna a Arjuna es chamánico también. El trabajo del propio Krishnamurti, también es un trabajo chamánico en el sentido de que es un camino que nos permite lo que es el autodescubrimiento”.

Por su parte el Sr. MICHAEL HARNER se refiere al chamanismo de la siguiente manera: “Ahora sé que no se puede hablar de chamán ni de chamanismo en términos genéricos, ya que hoy en día coexisten distintos tipos de chamanes y de chamanismos en nuestro planeta. Lo que diferencia a unos de otros es, en primer lugar, su propósito y en segundo lugar la tradición a la que pertenecen y la formación que han recibido.
Según nos ha contado Juan Ruiz Naupari, el propósito original de chamanismo era el autoconocimiento y como tal, constituye uno de los caminos más antiguos hacia el despertar del ser humano o la iluminación, como se le llama en otras doctrinas. A éste tipo de chamanismo Juan lo llama chamanismo esencial para diferenciarlo de los propósitos ulteriores que, al paso del tiempo, fueron adquiriendo los herederos de la tradición que se separaron cada vez más del antiguo conocimiento.
Entre estos propósitos ulteriores, el más difundido en la actualidad es la sanación, principalmente de síntomas y enfermedades psíquicas y físicas; pero también hay quienes utilizan los llamados "poderes chamánicos" para el ataque y la defensa, o simplemente para ganar dinero propiciando una especie de "chamanismo turístico" que responde a la demanda de "viajes" utilizando las llamadas
plantas de poder, como bien adviete Josep Maria Fericgla.
Para entrar en contacto con un "chamán auténtico", lo primero es pues, definir qué es lo que queremos para saber qué tipo de chamán nos interesa. Puede ser que únicamente queramos tener una experiencia con una
planta sagrada y un "chamán turístico" nos puede facilitar la oportunidad; puede ser que queramos adquirir "poderes" para explorar nuestras capacidades psíquicas y busquemos un "chamán brujo"; puede ser que estemos enfermos y necesitemos un "chamán sanador" que nos ayude a deshacernos de los síntomas que nos aquejan; o quizá estemos listos para entrar en la recta final del viaje de regreso a nuestra esencia y podamos comprometernos con la senda del chamanismo esencial.
Por regla general, cuando definimos claramente lo que deseamos y no deseamos nada más, o sea cuando logramos unificar nuestra voluntad en un solo sentido, es cuando encontramos lo que buscamos. Es por esto que en el argot chamánico se dice que "cuando el alumno está listo, aparece el maestro".
Siempre vibramos a una frecuencia determinada a la que el Universo responde emparejándonos con aquellas personas, situaciones o cosas cuya frecuencia es similar a la nuestra. Las dudas, los miedos y los objetivos contradictorios alejan de nuestro campo de experiencia aquello que aún no deseamos con nuestra voluntad unificada. Así es que, definir exactamente qué es lo que deseamos es el primer paso para conseguirlo; el segundo es unificar nuestra voluntad; y el tercero, permanecer relajadamente atentos para percibir las señales de su inminente aparición”.


Mircea Eliade, investigador rumano que realizó la primera recopilación sobre el chamanismo y cuyos libros son textos clásicos obligados para su estudio, define al chamanismo como la técnica del éxtasis o trance, y al chamán como el gran especialista del alma humana que tiene la capacidad de realizar viajes hacia la región de los espíritus y desde allí puede armonizar la realidad.

Según sintetiza Eliade:
El chamán, cuya vocación es señalada por alguna circunstancia extraña (un sueño, una enfermedad, un rayo) inicia su difícil aprendizaje, que puede durar muchos años y que se caracteriza por la experiencia iniciática de sufrimiento, muerte y resurrección ritual, vivida particularmente a través de rigores como el ayuno, dietas estrictas, veladas interminables, abstinencia sexual, dominio de la caza, la pesca y las artes cotidianas, conocimiento de las plantas medicinales y consumo de plantas psicotrópicas. En este tiempo, el iniciado aprende cantos, bailes, rezos, mitos y, en general, la cosmogonía y la historia de su pueblo.

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